La prohibición del cáñamo fumable en Texas fue descartada el lunes en una decisión histórica , que podría derivar en un mercado de cáñamo en el estado de hasta 400 millones de dólares en ventas anuales para 2025.
La jueza Lora Livingston de Austin se posicionó a favor de numerosas empresas de cáñamo que se oponían a la prohibición de 2019 promulgada por los legisladores de Texas.
La decisión de la jueza echa por la borda tanto esa ley como una norma posterior del departamento de salud de Texas que pretendía ejecutarla.
La decisión abre la puerta a importantes oportunidades para los fabricantes de cáñamo en Texas.
Según Chelsie Spencer, una abogada de Dallas-Fort Worth que también representó a los demandantes de cáñamo, el veto sólo se aplicaba a la fabricación de cáñamo fumable y no a su uso, por lo que los tejanos cruzaban regularmente las fronteras estatales o lo compraban por Internet.
Los productos de cáñamo fumables son controvertidos porque tienen un aspecto y un olor comparables a los de otros productos de cannabis, pero liberan cáñamo-CBD mucho más rápidamente. Por ello, los productos de cáñamo-CBD fumables representan una parte considerable del mercado global del cáñamo-CBD.
El gigante de la estadística NielsenIQ predice que el mercado del cáñamo fumable en Estados Unidos crecerá hasta los 300 o 400 millones de dólares en 2025 (esta predicción se efectuó el año pasado, cuando todavía era vigente la prohibición de Texas).
Los partidarios del cáñamo afirman que la derogación de la prohibición de Texas podría influir a que otros estados que prohíben el cáñamo fumable tomen el mismo camino, como Indiana, un estado en el que los fabricantes de cáñamo todavía esperan que se impugne otra prohibición que se impuso en 2019.
Texas tenía 1.103 cultivadores de cáñamo y 71 procesadores de cáñamo con licencia el año pasado, según el 2021 Hemp & CBD Industry Factbook.
Según Spencer, fue Wild Hempettes LLC quién financió el desafío legal en Texas.
