Catalina Pinilla, socia de Dentons Cardenas & Cardenas, anunció el lanzamiento de una guía para que las empresas comprendan la legislación del cannabis acerca de la producción, comercialización, importación y exportación de la planta.
La guía contiene las respuestas a las preguntas básicas sobre la regulación del cannabis en diferentes países de América Latina donde las leyes varían mucho. La guía repasa y aclara todas las actividades permitidas, incluido el uso veterinario, medicinal y recreativo del cannabis.
La ley no es clara en muchos países de América Latina. Sin embargo, Colombia tiene una regulación muy desarrollada.
¿Cómo es el marco legislativo en Colombia?
En Colombia, solo se permite el uso de cannabis con fines medicinales y científicos. El uso en alimentos y bebidas aún no está regulado. El uso medicinal incluye medicamentos y fórmulas magistrales bajo prescripción médica. La ley estipula la cantidad de cannabis que se puede utilizar en un remedio, así como qué laboratorios pueden fabricarlo.
¿Qué permisos requieren las empresas?
Actualmente, existen diferentes tipos de autorizaciones según los diferentes tipos de operación. Existen autorizaciones para el uso de semillas para siembra y tambíen para el cultivo de cannabis psicoactivo y no psicoactivo.
Si está bajo el 1% de THC, se debe solicitar una autorización para plantaciones no psicoactivas. El último permiso se refiere a empresas que deseen fabricar derivados psicoactivos del cannabis como aceite o tintura.
¿Dónde se puede postular para iniciar una empresa de cannabis?
Los permisos se solicitan en el Ministerio de Derecho y Justicia o en el Invima. Invima se encarga de las solicitudes para la fabricación de derivados del cannabis y el Ministerio se encarga de dar la autorización para el uso de semillas y la siembra de cannabis psicoactivo y no psicoactivo.
¿Cuáles son los requisitos para la exportación de cannabis?
La ley es bastante transparente: una empresa no puede exportar cannabis, comercializar semillas o fabricar cannabis sin la licencia correspondiente. Si no se respeta, la ley implica sanciones económicas importantes así como la destrucción del cannabis o sus productos derivados.
