La Roca del Vallés, Cataluña, España.
Un gran cultivo de aproximadamente 61.000 plantas ha sido declarado ilegal hace apenas veinticuatro horas cerca de Barcelona. La nave estaba perfectamente habilitada con correspondientes sistemas de ventilación aislamiento y insonorización.
En la infraestructura no solo se realizaban labores de cultivo, sino también de clonación para el abastecimiento de futuros cultivos de cannabis. Lo cual señala que el sistema de trabajo estaba bien organizado por los propietarios y no se trataba de un cultivo “clandestino”.
El Chivatazo
Al parecer la investigación realizada por la policía surge de una “aportación” ciudadana. A través del portal de la policía nacional se puede aportar información, veraz o no, directamente al cuerpo de policía. Desconocemos qué tipo de filtro se utiliza en estas informaciones, pero Policía Nacional las valora y procede a la correspondiente investigación.
Todos los trabajadores de la nave industrial fueron arrestados. Incluidos los propietarios, suponemos que se encontraban en el lugar, trabajando en ese momento.
¿Luz o Cannabis?
Tras la detenciones los trabajadores la policía reclama la imputación de diversos delitos: pertenencia a una organización criminal, delito contra la salud pública y fraude en el fluido eléctrico.
Este último se debe a que según la policía la instalación eléctrica fue instalada de forma ilícita o dicho de manera sencilla: la luz estaba pinchada.
Quizás este sea el problema real, la falta de recursos y seguridad empresarial. Si el cultivo del cannabis fuera algo respaldado por el gobierno, lo cual sería muy beneficioso económicamente para el país ( como en California ), no se daría estas malas praxis por parte de los productores. Además quizás existe una lucha de intereses más grande detrás de todo esto. Ya que, por ejemplo, las grandes compañías eléctricas tienen potencial económico de sobra, incluso diríamos que se “aprovechan” un poquito con sus precios. Por tanto podrían generar acuerdos con los granjeros de cannabis para que todos salgan ganando.
Lo que sí está claro es que todavía queda mucho camino por recorrer en la lucha para que la sociedad deje de ver el cannabis como un problema.
