Nueva Zelanda: La policía relanza el programa nacional de erradicación del cannabis.

La policía de Nueva Zelanda ha gastado más de 600 000 dólares para relanzar un programa nacional de erradicación del cannabis. Hace un año, en enero de 2021, se canceló el mismo operativo debido a que los jefes de las 12 circunscripciones policiales del país dejaron de apoyar el programa.

El programa tiene como objetivo las operaciones de cannabis a gran escala en Nueva Zelanda. 

Seis distritos policiales participarán en el relanzamiento del operativo de erradicación. Los otros seis distritos no participarán en el programa nacional, pero seguirán ejecutando proyectos locales de erradicación del cannabis. 

El departamento de policía emitió un informe en diciembre de 2021 que detalla este programa. El programa, denominado Operación Esmeralda, comenzó en enero y continuará hasta el próximo mes. El proyecto Operation Emerald tiene como objetivo operaciones culturales a gran escala en Nueva Zelanda. 

“Administrar una operación coordinada a nivel nacional permite una mayor eficiencia en términos de negociación de contratos de aeronaves y helicópteros, despliegue de personal, capacitación de personal y administración de presupuesto”, podemos leer en el comunicado.

El presupuesto operativo original para el programa de erradicación fue de $575,000 asignados a través de fondos policiales básicos. Desde entonces, el presupuesto aumentó a $635,000 debido al aumento de los costos, dijo la policía.

La diputada verde Chlöe Swarbrick se opone al programa. 

La diputada del Partido Verde, Chlöe Swarbrick, que apoya la legalización del cannabis en Nueva Zelanda, dijo que la única "incautación exitosa" realizada por la policía fue cuando descubrieron tres plantas cultivadas por una pareja en Coromandel.

La pareja explicó que la policía voló un helicóptero encima su propiedad y se apoderó de sus plantas mientras cenaban. La pareja agregó que “el dinero presupuestado por la policía para el programa de erradicación se habría gastado mejor en delincuentes que causan daños reales en lugar de productores médicos y productores muy pequeños de una o dos plantas que causan poco o ningun problema”.

“Los neozelandeses que se ocupaban de sus asuntos sin hacer daño a nadie tuvieron un helicóptero de la policía sobre su casa durante la cena familiar simplemente porque el Parlamento aún prefiere y permite que las personas se emborrachen legalmente con todo el daño social que conlleva en lugar de usar moderadamente una sustancia menos dañina que el 80% de nosotros ya habrá usado al final de nuestra adolescencia", explicó Chlöe Swarbrick.

"El fracaso del programa es tan profundo que incluso los defensores de la Prohibición no ven la ironía en su argumento de que el cannabis ahora es mucho más fuerte que nunca, precisamente debido a estas acciones, que continúan impulsando la producción y el consumo de cannabis bajo tierra, en espacios no regulados. ”, agregó Chlöe Swarbrick.

En 2020, los ciudadanos de Nueva Zelanda rechazaron un referéndum sobre el cannabis, con un 53 % en contra y un 46 % a favor.

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