Un nuevo estudio publicado, hará poco más de un mes en el Reino Unido, vuelve a confirmar la gran eficacia del CBD y el THC como tratamientos de una enfermedad que afecta a más de 50 millones de personas en todo el mundo, y que en sus casos graves, resulta de difícil tratamiento, siendo casi imposible eliminar por completo las crisis epilépticas o convulsivas.
Los resultados del estudio publicados por la revista Drug Science el 9 de diciembre del pasado año son sorprendentes.
Administraron una combinación de productos a base de CBD y THC a 10 pacientes, de dos a cuarenta y ocho años de edad, diagnosticados con epilepsias severas, y la frecuencia de las convulsiones mensuales se redujo un promedio de un 97%, es decir, las afecciones desaparecieron casi en su totalidad.
Cannabis también significa THC
La medicina convencional es reticente a la aplicación del THC o tetrahidrocannabinol, uno de los compuestos que se extrae del cannabis, debido a sus propiedades tóxicas. Contradiciendo a la opinión general, el estudio dirigido por Ryyan Zaffar ha demostrado que dosis reguladas y personalizadas de THC (variaron de 6,6 mg a 26,5 mg) combinadas con uno de los componentes no tóxicos del cannabis, el CBD (en dosis más elevadas), puede ser el remedio esperado para millones de personas que padecen grados de epilepsia severos y mortales y para los cuales todavía hoy no existe una cura definitiva.
La calidad del cannabis es imprescindible
Los expertos resaltan la necesidad de llevar un estricto control de calidad sobre los productos y procesos para extraer este tipo de componentes del cannabis, y solicitan más estudios clínicos que certifiquen la eficacia de los cannabinoides como antiepilépticos además del desarrollo de legislación que permita la prescripción médica de estos productos. Los mismos autores del estudio, en un artículo publicado el 8 de enero de 2020 en la misma revista, denuncian las barreras, sobre todo burocráticas, de los sistemas públicos de salud y los gobiernos, que impiden que los ensayos realizados se implementen como prácticas normales y legales.
Aprovechamos nuestro altavoz para su denuncia, en apoyo de la lucha que millones de pacientes siguen a la espera de una alternativa terapéutica válida desde la antigua China contra la epilepsia: los cannabinoides, y que ahora está al alcance de sus manos ¡Larga vida y larga investigación!
