Tras la reciente aprobación en muchos países de los Balcanes y el este de Europa del uso del cannabis con fines médicos y la reclasificación como “opiáceos menos peligrosos” hecha por las Naciones Unidas, el primer ministro de Macedonia del Norte, Zoran Zaev, ha revelado sus intenciones de convertir las dos ciudades más importantes del país, Skopie y Ohrid, en el nuevo “Ámsterdam de los Balcanes”.
El siguiente paso que tomará Zev en el camino de la legalización del cannabis será la aprobación del uso recreativo del cannabis, permitiendo su comercio en los coffeeshops.
No todo el mundo quiere un nuevo Ámsterdam
Macedonia ya cuenta con 57 plantas de producción de marihuana y se comenta que Zaev posee participaciones (rentables) en una empresa de producción de cannabis. Uno de los argumentos que ponen en tela de juicio sus principales opositores, la extrema derecha del país, con Vlatko Gjorcev, líder de IMRO, como abanderado. Además también alertan de los posibles efectos adversos que podría tener el uso recreativo del cannabis en la salud física y mental de la nación.
El plan se anuncia con dos propósitos principales: como una medida para abrir nuevas vías de negocio que reduzcan las ganancias y ayuden a controlar el mercado negro. Y en segundo lugar, se plantea como un estímulo para fomentar el turismo, teniendo en cuenta que diversos estudios apuntan que el turismo orientado al consumo de drogas va a escalar posiciones en los próximos años.
Como confiesa el mismo Zev, tomar el testigo de Ámsterdam y cubrir el vacío de mercado que parece que va a ceder la capital de la marihuana por antonomasia, ya que el Ayuntamiento de la ciudad ha presentado un proyecto para prohibir la entrada de los turistas a los coffeeshops.
Precisamente —tal como informamos en un artículo la semana pasada— Femke Halsema, alcaldesa de la ciudad y líder de la reforma, fijó la meta de frenar el turismo juvenil enfocado a las drogas y atraer un público de más alto poder adquisitivo a los que ofrecer otro tipo de reclamos. Ahora es Macedonia quien toma la delantera con Zoran Zev al frente para ampliar las fronteras de una nación que pretende difuminar las mismas con el humo de la pipa de la paz.
