México está a punto de legalizar el uso recreativo del cannabis en un intento por disminuir la delincuencia en el país.
México es un actor importante en el mercado negro mundial del cannabis. De hecho, el país es uno de los mayores productores y proveedores de cannabis. La semana pasada, la Cámara de Diputados votó a favor del proyecto de ley. Es muy probable que el Senado apruebe este proyecto.
Sin embargo, el país sigue dividido en dos, entre los parlamentarios conservadores preocupados por el aumento del consumo de drogas y partidarios de la despenalización que finalmente ven una solución para traer la paz al país.
Claramente, la política de prohibición ha fracasado debido a que el comercio de cárteles está floreciendo. Sin embargo, ¿la legalización del cannabis recreativo realmente tendrá un efecto en la tasa de criminalidad del país? De hecho, la legalización del cannabis no cambia el hecho de que sustancias como la cocaína, la heroína y las metanfetaminas son muy lucrativas.
Además, los cárteles mexicanos generalmente van mucho más allá del narcotráfico. Estas actividades incluyen la trata de personas, el contrabando de armas, el robo, la falsificación de documentos y el comercio de negocios legales.
Es poco probable que la legalización del cannabis tenga un efecto sobre el crimen organizado. La politóloga Zara Snapp, activista de la ONG Instituto RIA, cree que la legalización del cannabis permitirá al Estado utilizar los ingresos de la industria del cannabis en el enjuiciamiento de delitos menores relacionados con las drogas y en casos penales, investigaciones de corrupción y secuestro.
Los colectivos de cannabis y los agricultores que hasta ahora han cultivado ilegalmente tendrán mejores oportunidades de ingresos. Además, ya no dependerán de los capos de la droga.
Legalizar el cannabis es el comienzo de una nueva era política en México. Este es un primer paso en la guerra contra el crimen organizado.
