De momento, el uso recreativo del cannabis es ilegal en todos los Estados Europeos. Algunos países han iniciado el proceso para despenalizar el uso del cannabis recreativo, mientras otros, 22 en total, han legalizado algunas formas de cannabis medicinal. Francia había elegido marchar sobre el camino del cannabis medicinal, pero está ahora considerando despenalizar el uso de cannabis recreativo.
Para entender este cambio de estrategia, tenemos que mirar un poco la historia legislativa de Francia acerca del cannabis.
- En Junio de 2013, Francia aprobó una nueva legislación que autorizó la compra y el uso del cannabis medicinal, con receta obligatoria.
- En 2019, Francia introdujo el plan piloto de acceso al cannabis medicinal.
- En Noviembre de 2020, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea obligó a Francia a legalizar el uso de CBD en el país para alinear las políticas europeas acerca del tema del cannabis.
Siguiendo estas nuevas normas, las tiendas de CBD han estado en auge en todo el país; con alrededor de 400 a 500 tiendas que se comercializan bajo el atractivo label del bienestar. Las tiendas se forman principalmente en las grandes ciudades y ofrecen diferentes tipos de productos relacionados con el CBD, como hierbas, tés, mieles, chocolates y cosméticos.
El suceso de estas tiendas ha acelerado el debate en torno a la legalización del cannabis recreativo en el país. Es un gran cambio de perspectiva para Francia, que siempre ha sido muy represiva acerca del tema de las drogas. De hecho, hasta ahora, Francia siempre había estado cerrada al debate, aplicando una política de prohibición severa al encuentro de drogas blandas como el cannabis. Las multas oscilan entre los 200 y los 3750 euros, con hasta un año de prisión por posesión simple de mariijuana.
¿Por qué Francia ha sido tan restrictiva?
Bueno, podría ser maleducado caer en los clichés, pero los franceses son bien conocidos por ser reaccionarios y conservadores a pesar de sus estilos de vida epicúreo basado en enología y gastronomía. Además, parece legítimo considerar que también existen muchos conceptos erróneos sobre la planta y sus diferentes usos; una falta de conocimiento que llevan parte de la población francesa a sentir resistencia en cuanto a la legalización del cannabis.
Francia sufre de paradojas. Aunque Francia es muy conservadora, sus ciudadanos invierten la tendencia. De hecho, los franceses siguen siendo los mayores consumidores de cannabis en Europa, con alrededor de 1 millón de fumadores diarios y alrededor de 5 millones ocasionales.
Consciente del épico fracaso al intentar prohibir la marihuana en el país que fuma más, el gobierno está reconsiderando su legislación sobre la legalización del cannabis recreativo que, si se legaliza, tendría una dosis controlada de THC. El gobierno también está pensando en desarrollar grupos pedagógicos de apoyo para los consumidores de cannabis.
De hecho, con las próximas elecciones que tendrán lugar en 2022, el debate se ha acelerado aún más. El parlamento ha desarrollado una encuesta pidiendo la opinión de sus ciudadanos sobre el tema, que hasta ahora ha sido respondida por más de 230.000 personas.
Quién sabe, tal vez pronto la Torre Eiffel brilla en verde. Mientras tanto, los estudios prevén un beneficio de 1,3 billones de euros para el mercado francés; un beneficio significativo para un país que anualmente gasta 500 millones de euros en la prohibición del cannabis.
