El miércoles pasado, el presidente de la República de Costa Rica, Carlos Alvarado, firmó la ley sobre el cannabis medicinal y el cáñamo industrial tras la aprobación final de los diputados. El presidente Carlos Alvarado había dado previamente su veto ya que no apoyaba el autocultivo de cannabis para los pacientes. La legislación final fue aprobada con 35 votos a favor y 22 en contra.
La legisladora Zoila Rosa Volio dijo que el proyecto de ley conserva elementos esenciales de la legislación original.
“El veto no afectó elementos clave de esta propuesta, que traerá inversiones, generará empleos, permitirá el acceso a los mercados y reactivará el sector agrícola”, dijo Volio.
Carlos Alvarado expresó su apoyo en un comunicado: “Quiero decir que apoyo el cannabis medicinal. Estuvimos de acuerdo con un veto parcial y recomendamos tres modificaciones al texto” que fueron suficientes para finalmente adoptar una versión restringida de la primera propuesta.
El presidente señaló que este proyecto de ley representa puntos muy positivos para el país: “Aliviar el dolor crónico y brindar tratamiento a quienes lo necesiten, y diversificar las opciones de salud para los pacientes. Es un gran objetivo, y esta ley lo cumple. El otro gran objetivo de esta ley es que se pueda industrializar el cáñamo, una actividad que podría revitalizar nuestra agricultura, especialmente nuestras áreas rurales, con cultura y una nueva industria que podría surgir de ella”, agregó.
“Celebro la aprobación definitiva de la Ley de Cáñamo y Cannabis que sigue al veto, de esta manera se generarán oportunidades de empleo y tratamientos alternativos para muchos pacientes con enfermedades crónicas”, dijo Silvia Hernández, Presidenta de la Asamblea Legislativa.
El texto debe publicarse ahora en el Diario Oficial para que entre en vigor. La ley llegó casi tres años después de que el proyecto de ley empezó en la Asamblea Legislativa.
La ley permitirá a las autoridades costarricenses otorgar licencias para la producción de cannabis con fines médicos. La ley también legaliza el cultivo y la producción industrial de cáñamo. Sin embargo, la marihuana recreativa seguirá estando prohibida.
