La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad irreversible, progresiva y neurodegenerativa. Es la causa del 60 al 70% de los casos de demencia en todo el mundo. La enfermedad afecta a las neuronas del cerebro alterando su función y de hecho provocando su muerte. Los síntomas se caracterizan por la destrucción progresiva de la memoria y las capacidades intelectuales. En los casos más graves, el paciente ya no puede realizar tareas sencillas.
La enfermedad es causada por la acumulación de placas de beta-amiloide en las células nerviosas del cerebro, lo que daña las funciones mentales y provoca el desarrollo de daño cerebral irreversible. Investigadores del Dental College de Georgia en los Estados Unidos han descubierto que el CBD tiene efectos notables en el proceso de regeneración de las funciones cerebrales.
De hecho, los resultados del experimento en ratones revelan que el uso de cannabidiol, una molécula derivada del cannabis, tendría el poder de restaurar las funciones de dos proteínas: TREM2 e IL-33. Estas proteínas participan, entre otras cosas, en la capacidad del cerebro para reducir la cantidad de las placas beta-amiloides.
Según el estudio, la administración de cannabidiol en dosis altas, una vez al día durante dos semanas multiplica la cantidad de IL-33 por 7 y de TREM2 por 10. Los investigadores se encuentran ahora en la fase de prueba para determinar la dosis óptima de CBD para los humanos. La inhalación es el tratamiento recomendable para poder llevar la sustancia directamente al cerebro.
Quién sabe lo que podría pasar en unos años, ¡tal vez te fumes un porro de CBD con tus viejos!
