Todo el mundo ha oído hablar del tabaquismo pasivo, pero nadie habla de su compañero… ¡el cannabis!
Fumar cannabis de manera pasiva se refiere a la inhalación involuntaria de humo o vapor emitido por otros fumadores (o vapeadores) que consumen cerca. Considerado como no peligroso, la investigación está demostrando poco a poco los efectos nocivos.
Un estudio en ratas de laboratorio hecho en 2016 muestra que signos de daño aparecen en los pulmones después de solo un minuto de exposición al humo de cannabis.
¿Y lo de sentirse colocado? Los investigadores concluyeron que un "contact high" es posible, aunque con efectos menores. Muestran que, de hecho, es posible colocarse sin fumar si las condiciones son adecuadas, especialmente si el ambiente es pequeño y sin ventilación.
Otro estudio muestra que el humo del cannabis se puede absorber no sólo a través de los pulmones, sino también a través de la piel y del cabello. El cabello más oscuro retiene más THC que el cabello más claro debido a su mayor concentración de melanina.
La absorción cutánea, por otro lado, parece bastante lógica dada la existencia de los tópicos de cannabis. Los cannabinoides como el THC y el CBD son de naturaleza lipofílica. Esto implica que se disuelven en grasa y, por tanto, facilitan enormemente su penetración en la piel. Sin embargo, no pueden llegar al torrente sanguíneo.
¿Los fumadores pasivos de cannabis pueden aparecer positivos en las pruebas de drogas?
Los resultados de estudios científicos muestran que en el caso de una exposición extrema al humo, en un espacio pequeño, cerrado y sin ventilación, pueden aparecer rastros de THC en una prueba de drogas. El límite de detección debería estar en el nivel más bajo.
Hoy las pruebas de orina son la norma y los umbrales suelen ser moderados. Por tanto, la presencia de trazas de THC en el organismo no significa siempre un resultado positivo a la prueba de drogas.
